En vísperas de la vuelta de los octavos de final de la Champions League, que enfrentará al Real Madrid y al París Saint-Germain, la fiscalía suiza ha solicitado para Nasser Al Khelaifi, presidente de la entidad gala, 28 meses de prisión por un presunto soborno a la FIFA. El directivo qatarí es también presidente de BeIN Media Group y en 2013 habría obtenido los derechos televisivos de los Mundiales de 2026 y 2030 para su retransmisión en Oriente Medio y el norte de África de forma ilícita.
El mandatario habría pagado al entonces número dos del organismo mundial, Jerome Valcke, con el fin de adjudicárselos. El supuesto soborno de Al Khelaifi también incluiría, además del pago, la concesión de una villa en una isla de Cerdeña, de un valor de cinco millones de euros, para pasar unas vacaciones de forma gratuita. Por ello, al antiguo secretario general de la FIFA se le solicita una pena mayor que a la del directivo del PSG, que ascendería hasta los 35 meses de cárcel.
A pesar de ello, una vez que la antigua directiva de la FIFA salió, se alcanzó un acuerdo por parte del ente mundial para retirar la denuncia contra Al Khelaifi, en 2020. Justo en el año en el que ambos acusados fueron absueltos en primera instancia por los tribunales suizos. Los motivos que dieron para dejarles sin cargos fueron que «no había nada que indicara que la FIFA hubiera tenido un contrato más ventajoso sin este acuerdo».
Motivos que, por otro lado, no convencieron y llevaron a un recurso del propio Tribunal Penal Federal de Bellinzona. Dos años después de su absolución, el presidente del PSG vuelve a verse inmerso en el mismo proceso, en el que le solicitan una pena similar a la anterior. Cristina Castellote, fiscal general encargada del caso, ha calificado de pura especulación los motivos que llevaron a absolverles.
De nuevo salpicado
No es la primera vez que el presidente del PSG se ve salpicado por algún tipo de escándalo relacionado con FIFA y UEFA. En los últimos años, las polémicas en torno a Nasser Al Khelaifi y las altas esferas del mundo del fútbol han sido una constante. Sin ir más lejos, el directivo qatarí es uno de los salpicados por la sospecha acerca de la adjudicación de la celebración del Mundial 2022 en su país.
Además, en los últimos años su poder en el fútbol europeo se ha incrementado considerablemente. Con el tiempo se ha ido convirtiendo en el hombre de confianza de Aleksandr Ceferin, que le ha hecho varios favores en lo referente al al fair-play financiero. A raíz del conflicto derivado de la Superliga, se ha convertido en miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA, al ser presidente de la ECA.
